Rutina
Se levanta, del costado de la cama vacío,
Da tres pasos hasta la puerta del baño,
Pero se arrepiente de entrar, prefiere
Dirigirse hacia la cocina,
Prepara café y enciende un cigarrillo,
A pesar de los letreros de prohibido fumar,
Que pegó como señal de advertencia.
Camina lentamente hacia la ventana,
Sus pies están llenos de ampollas.
Camina día y noche de arriba abajo
Sin nada más que hacer.
La ventana, ofrece un cuadro de ciudad demacrada
De edificios grises, de pastos inexistentes.
Mira de reojo hacia la cama, no hay nadie.
De lejos suena el caer del agua en la ducha.
Quiere desaparecer, arrojarse por la ventana.
Piensa en la posibilidad, pero sabe que quedaría vivo.
Saca del bolso de la mujer, un par de billetes
Y se va, esperando que cuando regrese de su rutina
Ya se haya largado.
Camilo Andrés.
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