Mensaje

La calle empedrada y el agua corriendo a través de las piedras formando figuras en las que busco rostros conocidos; los tenis con las suelas acabadas, ya que han cobrado factura las horas de camino, hacen que mis pies sientan, una a una las cuadradas piedras. Los arboles que hace unos días brindaban grata sombra, han empezado a mudar de piel; ven, acércate, llueven hojas, digo al cielo, creyendo que él te dará el mensaje de mi voz, arrojo el cigarro apuntando hacia las líneas de agua, falló el lanzamiento, sigo mi rumbo, dejando atrás a medio fumar y con el humo ascendiendo hacia el cielo, el pucho, al que le quedan dos o tres plones mas, doblo la esquina pensando que tal vez, solo tal vez ,en ese humo va mi mensaje hacia ti, siendo más efectivo que mi voz.



Camilo Andrés

Comentarios

Anónimo dijo…
No me gusta el humo del cigarro… pero este humo sabe a ti, huele a ti… ven, acércate, llueven hojas… entonces me acerco y SÍ ¡llueven hojas! Ahora dame tu mano, baila conmigo bajo esta lluvia de hojas, quítate los tenis de suelas acabadas y siente la naturaleza de las hojas en tus pies… tal vez sea mejor que las piedras. Pero… ¿Cómo saber si “el destino” al que llego el mensaje, era el destino correcto? Acaso… ¿ “este destino” se robo un mensaje que no le pertenece? AUN ASÍ… SÓLO EL CIELO SABE.

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