El Juego Macabro






Claro que es un juego macabro, pero si por ese juego pervive la poesía, la pintura, el cine, los amores imposibles, las sombrillas, las sombrillas dañadas cuando mas se necesitan, los amigos que te odian, los odios que te afligen, la muchacha que está en la otra mesa, la otra mesa vacía, la comida barata, lo helados de cien pesos, la pesadilla matutina de saber que estas fuera de si, los libros húmedos, las caricias de una mano fracturada, las palabras de una mujer mientras se viste, los atardeceres purpura, los amaneceres grises, las noches amarillas, la embriaguez de pereza, la pereza de pura tristeza, los niños que lloran lágrimas de bilis, las niñas que te cuentan sueños de acuarela, los pianos, los violines, los animales en defensa, las madres naturalizadas, el sexo por mas de una hora, las piscinas, una mirada sostenida en la tuya, los besos en la nuca, cuando das un beso en la palma de la mano o en la planta de los pies, sin contar los que golpean a pedirte una tacita de amistad, un sobre para enviar la amargura a la luna, una cobija de púas, una palabra de amor con la boca aun llena de ron... entonces, solo entonces, es posible que valga la pena eso macabro, eso macabro que a todos nos gusta un poquito.

Edison Diaz

Comentarios

Anónimo dijo…
Jueos macabros que a algunos gusta, a otros deleita y a otros condena. Un gran poeta, un gran poema.

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